11 Julio 2012
Carta de agradecimiento
Casi cada día recibimos cartas desde niñas viviendo en una zona golpeada por el desastre a quienes regalé mis camisetas de jaspeadura. Su ortografía expresaba su corazón y me sentía muy agradecida. Las creé en el jardín interior del Café de la galería de Koma en Yasaka, Kyoto. Todo mi elenco trabajó sin cesar ya que necesitaba preparar charcos, pinturas, agua, sequedad, etc., mientras yo repetía en un proceso mezclar pinturas, teñir con jaspeadura, y asirlas desde el agua vez tras vez sin pararme inmóvil. Así una pieza única de camiseta jaspeada era creada y cada diseño me hacía imaginar la cara de una niña que se la pondría y le sonreía. Esta alegría fue la fuente de energía para que siguiésemos trabajando sin tomar un descanso. Tras haberlas secado todas muchos miembros auxiliares de elenco se unieron a nosotras para plancharlas y compartir la alegría todas juntas. Nuestro corazón fue unificado y reconocí que la unidad cardiaca pudiese ser respondida con alegría como era visible en muchas cartas de agradecimiento. Expresar nuestro corazón sincero era efectivamente la cosa más importante. Yo seguiría haciendo esto ya que la conexión cardiaca gentilicia era la fuerza conductora para que siguiésemos viviendo y creásemos un mundo pacífico. Muchas gracias.