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2 Julio 2012

 Desde Kyoto a Tokio

Bajo la lluvia fuerte de un tifón en vías de acercamiento nuestros miembros de elenco devolvieron a Tokio en coches todas las camisetas de jaspeadura que yo creara en Kyoto. Ayer, no llovió hasta que no terminara de crear todas las camisetas. Creí que mi plegaria fuera escuchada por Ser Grande mientras deseaba presentarlas a niñas en zonas de desastre tan pronto como fuese posible. Mientras específicamente me gustaba lo que llamé el color de Koguryo, la combinación de verde con morado para jaspear, hacia el fin de mi trabajo, más a menudo que nunca, levanté estas pinturas, y me regodeé haciendo jaspeadura diciendo ‘Color de Koguryo, listo y sal’. De hecho el color de Koguryo expresaba el color del muro de fortificación del monte Gojo, la cuna de la dinastía de Koguryo que hiciera temblar mi corazón. El color de piedras naturales que imprimiera en mi mente fue exquisitamente bello. Supe no poder duplicar ni simular el color natural con mi jaspeadura, sin embargo seguía deleitándome usando el color de Koguryo ya que me hacía recordar la belleza original. Solía usar muchos colores para jaspear ya que imaginaba que la gente se regodease poniéndose una con variedad de colores. Sin embargo el color de Koguryo estaba hecho de sólo dos colores.