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23 Septiembre 2009

Encuentro con maderas

Hoy visité la aldea de Yoshino en Nara para seleccionar maderas naturales para la instalación de nuestra galería de café en Yasaka. Bellos rayos de sol y un cielo azul hicieron brillar brillantemente la aldea en un verdor de árboles. Como tenía la habilidad innata de comunicarme con árboles y flores, etc., una madera parecía llamarme. Era una madera de cedro recta que estaba dispuesta a relatar la verdad de la vida. Otra madera de arce contaba una historia de amor. La otra madera de pino me atrajo tanto mientras me contaba de vivir juntos en la eternidad que he decidido hacer de ella mesas y sillas para mi nueva tienda en Yasaka. El dueño de la empresa maderera se dio cuenta cuánto amaba yo las maderas así que me enseñó un trozo especial de madera que tenía más de mil años y me lo regaló como regalo para celebrar la apertura de mi tienda nueva. Yo misma tirité de excitación. Todo parecía estar listo para una galería de café en Yasaka donde la gente de Koguryo, mis ancestros, solían vivir. De allí yo difundiría la energía del amor y la verdad al resto del mundo. De regreso a Osaka en un tren, pasé a través de Nara y las ruinas del castillo de Heujou que estaban llenas de atmósfera antigua, verde luz fresca, y brisas amenas. En el atardecer, nubes blancas ascendían hacia el cielo para decirme que nuestro futuro sería glorioso.