10 Septiembre 2009
A Hirosaki, Towada, y luego a Tokio
Después del concierto de Mensajes de la Madre Tierra celebrado ayer en Hirosaki, amenamente desperté por la mañana y comencé un día lindo, aunque estaba un poco nublado. Condujimos de vuelta a Tokio por el lago de Towada donde había visitado en mi adolescencia durante el último viaje escolar y memorias de aquél tiempo fueron reanimadas. Recordé precisamente un sentimiento especial que padecí cuando estaba en una cola esperando un buque turístico. Estaba parada como si hubiese estado en un puerto grande esperando un barco del antiguo Koguryo que me llevaría al terruño de mi ancestro. Towada era efectivamente un lugar misterioso. Saqué fotos con una cámara nueva que me había regalado el Sr. Idaki Shin y capturaron a un hombre gigante invisible al que llamé un hombre grande con el alma para construir una nación. Fui animada a cumplir con todo lo que se me supone obligada a hacer y realizar mi gran sueño. Aquí también reconocí que la naturaleza se ha renovado en un mundo nuevo y el lago de Towada fue liberado de las influencias de la historia humana y nuestro estado esencial. Me decía que los seres humanos deberían renovar sus vidas so pena de perecer. En realidad desperté en la mañana para encontrar mi sensibilidad renovada cada día así que pude habérmelas con cambios sin costuras en el mundo y abrir nuestro futuro.
