KEIKO KOMA net

22 Mar. 2012

Viento de Fenicia

 

Anoche celebré una reunión de poemas para celebrar la terminación de mi libro fotográfico de poesía nuevo sobre cuatro estaciones en Kyoto. Mientras he comenzado a preparar el siguiente sobre Fenicia he estado llevando siempre conmigo sus borradores y fotos mientras salía de Tokio. Recientemente eventualmente me sentí como ser visitada por un viento de Fenicia y fui motivada a ir a Líbano tan pronto como fuese posible. Mientras buscaba en vano un restaurante fenicio bueno dije a mi servidumbre que el mejor restaurante libanés en Japón fuese la residencia del embajador de Líbano. Recordé que su jefe de cocina una dama de las Filipinas me contestó con una cara sonriente entera que ella preparase platos desde un corazón sincero cuando le pregunté si hubiese algún secreto para hacer comida maravillosa. Además recordé un almuerzo especial al que fui invitada en la casa de un diputado en cortes en Bint Jibeil que fue situado cerca de la frontera con Israel y fue mayormente destruido por los bombardeos. Ellos me recibieron con hospitalidad grande y nos pidieron celebrar nuestro concierto allí titulado ‘Mensaje desde Madre Tierra’ ya que numerosa gente hubiese sido matada. Aunque al principio estuve algo nerviosa por su atmósfera de guerra dominando doquier en la ciudad, mientras comía platos deliciosos manufacturados uno tras otro devine llenada con amor y realicé la tibieza de su corazón. Mi corazón devino liberado de una tensión y devino ampliamente abierto. Realicé la importancia de expresar el amor bajo cualquier situación difícil. Luego los platos libaneses siempre me hicieron realizar el amor. La gente preparaba comida deliciosa y sana deseando el bienestar de sus miembros de familia y amigos íntimos. Por una coincidencia maravillosa el Sr. Embajador de Líbano me llamó e invitó a un almuerzo, y hoy sobre platos libaneses que estuvieron llenos de amor discutimos la situación del mundo y los países de Medio Oriente. Mi corazón devino ampliamente abierto y fue muy animado a pavimentar un sendero hacia una paz auténtico por todo el mundo. Ahora que estaba encaminándome hacia un momento muy crucial para cambiar el mundo, seguiría sincera a la riqueza de nuestro interior.