21 Feb. 2012
Komagayushiruko
Hace muchos años cuando entre a un restaurante en Chinatown la música de un instrumento de cuerdas atrajo mucho mi corazón que me traje un viento del continente grande con nostalgia para tiempos antiguos. Mi alma tembló y derramé lágrimas. La tibieza de corazones de gente antigua que se encareciese mutuamente fue resucitada. Un viento efectivamente ha venido desde el continente donde mi corazón y cuerpo siempre se sintieron en casa ya que yo podía realizar el hecho de estar parada sobre la tierra de mis raíces. Esto pasó para mi asombro mientras iba a la cuna de mis ancestros. En el restaurante pedí sopa de alubias dulces Shiruko y pregunté si estas alubias originasen desde el terruño de mis ancestros, la parte nororiental de China, y para mi alegría grande muchas de ellas eran de esa zona, y además aprendí que esta Shiruko fuese buena para la mujer que hubiese parido un bebé. Mi corazón fue muy tocado ya que realicé la tibieza de gente que hubiese elaborado para hace comida especial desde amor para sus miembros de familia deseando la salud de cada colega y la bondad. Luego fui motivada a hacer lo mismo así que tras haber abierto el Café de la galería de Koma en Yasaka en Kyoto, creé mi versión propia de sopa de alubias dulces, Komagayushiruko. Y hoy tras algún tiempo, hice una a mano sola. Como cada material era algo bueno para las mujeres tras el parto de un bebé, para mi alegría grande fue evidentemente buena para la salud de cada cual y la estética. Sabía gentil hacia la vida y su aroma levemente dulzón llevaba la tibieza del corazón. Fui muy feliz. Siempre realicé el amor cuando llegaba a probar un plato tradicional delicioso en varios países cuando tenía oportunidad de visitar. Realicé el corazón de gente quien hubiese procurado cocinar algo bueno y sano para sus colegas. Reconocí una historia humana larga y numerosas vidas de gente que hubiese deseado la felicidad y vida sana de cada cual demás. Recé que la vida preciosa de cada pueblo viviese una vida brillantemente brillante. Expresaría mi corazón sincero y pavimentaría un sendero para realizarlo. Así recordé el sonido de un instrumento de cuerda del continente mientras probaba Komgayushiruko y fui llenada con vigor para realizar mi concierto en algún futuro en mi terruño. Muchas gracias.