KEIKO KOMA net

25 Jan. 2012

Un día antes de nuestro concierto

 

No estaba exagerando cuando dije que nuestro concierto venidero fuese un evento clave para vencer la crisis de la humanidad encarándose a la extinción en tierra. He estado placando en este extremo al riesgo de mi vida. Mientras imaginaba desde la niñez que si la humanidad no efectuase un cambio drástico no habría futuro y el mundo se colapsaría en nada, seguí rezando por una paz auténtica por todo el mundo y la llegada de una era nueva cuando la vida de cada cual brillase brillantemente, ya que esto era todo lo que pude hacer en aquél tiempo. Habiendo encontrado al Sr. Idaki Shin llegué a reconocer con alegría extrema y agradecimiento muy allá de cualquier expresión verbal que todas las respuestas eran provistas dentro de mi interior propio. Sin embargo supe que mi vida hubiese anticipado este encuentro desde la niñez. Así que mi alegría fue tanto más grande ya que había estado esperando esto. Siempre había imaginado dentro de mi interior que hubiese un camino recto hacia adelante que condujese a mi vida. Poemas que creara en mi adolescencia luego fueron recogidos y editados en un libro titulado Reika. Su último poema fue ‘A la edad de diecinueve’ y mi alma tembló ya que parecía vaticinar lo que yo fuese ahora mientras leyese ‘Una era nueva vendría cuando una mujer fuese liberada del patrón de vida: nacimiento, matrimonio y madre casera’. El poema fue dirigido a mi madre y dije que aunque la compadeciese estaba resuelta a dedicarme a abrir un futuro maravilloso para el mundo entero. Su frase última fue ‘por favor déjeme seguir un sendero hacia la verdad que hube deseado desde que naciera’. Claramente comprendí que hubiese efectivamente realizado la verdad que hubiese deseado serme provista desde mi nacimiento y estuviese realizando la verdad en este mundo con mi vida propia. Cada cosa era preparada como una carretera recta hacia adelante que me condujese a encontrar la verdad. Cuando llegué a saber que hace dos mil años el fundador de Koguryo, el rey Tomei, hubiese nombrado la montaña de su primera dinastía el mismo significado simbólico de ‘Idaki’, reconocí que mi vida no fuese una personal sino plenamente cargada con deseos y testamentos de gente de Koguryo vividos durante la historia que me guiasen a realizar una paz auténtica por todo el mundo. Mi vida anticipó la llegada del tiempo para manifestar esto, y mi alma tembló. Sin lograr esto no vendría ningún futuro este año ni el próximo. Luego estaba dedicando mi vida a realizar el sendero hacia la paz. Los cuatro conciertos venideros serían el comienzo de mis actividades en pro de la verdad. Seguiría unificada con Ser Grande y desearía desde el fondo de mi corazón la participación y el apoyo de cada cual.