KEIKO KOMA net

3 Jan. 2012

Baile de hojas caducas

 

Carreteras fueron cubiertas con hojas caducas de árboles en esta sazón hacia el fin de un año y pensé para atrás lo que pasó este año mientras imaginaba un lucizaje en esta escena mientras desde mi adolescencia soliera crear poemas sobre hojas caducas y expresase la tristeza y vanidad de mi vida. Empero desde el año 2006 tras visitar el monte Gojo en otoño, reconocí que el otoño no fuese estación de tristeza sino alegría mientras llegase a reconocer por primera vez en mi vida que bajo hojas caducas de árboles vidas nuevas naciesen y la vida en la naturaleza estuviese llena de gozo. Este año el otoño estuvo lleno de esperanza sobre la cual vivir. Hojas caducas de árboles me hicieron realizar energías dinámicas para preparar para una estación nueva que fuese una primavera auténtica para la vida. Mientras caminaba por Omotesandou árboles junto a la calle fueron decorados con iluminación y hojas de árboles cayeron sopladas por vientos. Eventualmente volaron ascendiendo en el aire en un movimiento circular. Parecían apostar sobre el cielo. Me maravillé ante el baile bello de hojas de árboles, choqué las manos y alcé mi voz de brindis. Pasajeros pararon de caminar, estuvieron observando esto también, habían olvidado aire frío y apreciaron todos juntos este espectáculo inesperado maravilloso hecho por la naturaleza que hizo llenar nuestro corazón con tibieza. Agradecí al baile que me hiciera sentir que nuestro futuro fuese brillante y lleno de esperanza. Tan pronto como dijera gracias habían caído sobre tierra todas juntas. Fue un acontecimiento que aconteció durante un momento, empero esto fue perpetuado dentro de una mente para siempre mientras dije ‘baile de hojas caducas’ muchas veces con una sonrisa entera.