KEIKO KOMA net

25 Nov. 2011

Koma

 

Fue mi placer grande en Kyoto ir a la torre de Yasaka y cerrar mis ojos para saludar a las almas de mis ancestros. Tras los cuatro conciertos de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas celebrados en octubre, almas gentilicias y la verdad enterrada bajo tierra estaban reanimándose y manifestándose. Mientras cerraba mis ojos imaginé almas brillantemente brillantes de gente de Koguryo que se parase magníficamente con vientos especiales frescos dentro de su vida y pareciesen plenamente listos para conseguir cualquier cosa. Imaginé que gente se reuniese en un sitio para reconstruir nuestro país donde espiritualidad maravillosa estuviese parándose firmemente. Fui muy excitada y porté esperanza para nuestro futuro. Dos años han pasado desde que fui guiada a venir aquí y construir el rótulo de Koma y cada vez, mientras celebraba el concierto de Idaki Shin y los conciertos de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas en Kyoto, la historia vera enterrada bajo tierra estaba manifestándose para refrescar y apurar la tierra y el espacio. Fue como si sábanas estuviesen siendo levantadas una tras otra. Cuando la tierra y el espacio cambiasen la vida gentilicia naturalmente cambiaría. Imaginé que todo Japón pronto fuese renovado. Todo mi elenco colega estaba trabajando muy duro para conducir el próximo concierto de Idaki Shin a un éxito grande. Una vez que la gente llegase a saber que en este concierto su vida devendría ampliamente abierta a su interior para crear un futuro maravilloso, cada cual amaría venir al concierto. Sin hacer un cambio grande en el interior de cada vida, una no podría cambiar las circunstancias circundantes propias. En el concierto una persona realizaría la naturaleza de la vida propia que fue conectada con un mundo eterno, una devendría vigorosa para conseguir los deseos propios más profundos. Cuando el interior de cada cual de nosotras brillase brillantemente, circunstancias externas devendrían preparadas para permitir a cada persona vivir una vida auténticamente rica y nuestro mundo devendría verdaderamente pacífico. Estaba encaminada hacia la realización de este sueño mío propio.