KEIKO KOMA net

21 Nov. 2011

Crepúsculo

 

Un crepúsculo dorado incendió montes e imaginé a dios en su silueta gloriosa. Mi alma tembló ante la escena de una era divina. Seres humanos no podrían seguir vivos sin estar conectados a la naturaleza. En el cielo vi la difusión de patrones de nubes que parecían estar siendo dibujadas por un pincel. Me sentí como si estuviera pintándolas con un pincel y mi corazón devino ampliamente abierto. Dibujé dibujos de mentizajes sobre un textil grande, vasos, tazas y platos. El otro día cortando sillas creé un cuadro sobre las ventanas del centro NPO KOMA Tohoku. Luego miré hacia arriba al cielo grande y nubes también manifestaron una forma de un ser divino como si estuviera siendo dibujado por un pincel. El lucizaje creado por la naturaleza fue extremamente bello y nada sacudió mi alma como su belleza. Me dije a mí misma que amaría dibujar un cuadro en el cielo grande ya que mis sueños solían manifestar su forma mientras observaba un cielo grande. Imaginé lucizajes de una dama bella sonriéndome como luz solar, la manifestación de dios, y un mundo de luz donde cada cual estaba viviendo una vida brillantemente brillante. Siempre recé a un cielo grande que mis sueños deviniesen verdaderos y tomé una bocanada profunda. Mi sueño sincero que porté desde la niñez fue realizar una paz auténtica por todo el mundo. El cielo hodierno parecía decirme que un mundo completamente nuevo nos esperase adelante. El pasquín del concierto de Idaki Shin dijo que el siglo veintiuno fuese una era divina. Las montañas hodiernas y el cielo manifestaron la llegada de esta era nueva.