KEIKO KOMA net

12 Nov. 2011

Otoño en Monte Gojo

 

Mientras preparaba una feria de mis obras de arte nuevas, pantallas, en el centro NPO KOMA Tohoku en Morioka un miembro de elenco me preguntó si los muros de fortificación en el Monte Gojo pareciesen mis obras ya que estaban teñidas en morado y verde. Siempre amé un color natural y los colores del Monte Gojo que estaban allende descripción en cualesquiera palabras fueron exquisitamente bellas. Había intentado copiarlos con pinturas pétreas en vano. Reconocí que colores en la naturaleza fuesen sobre cada cosa artificiales. Sin embargo el papel tradicional de Washi que tiñera en el patio interior del Café de la galería de Koma en Yasaka manifestaba los colores del Monte Gojo. Luego decidí crear pantallas con ellos y pude sentir un viento especial del Monte Gojo como si pernoctase en la montaña. La brisa nocturna en otoño fue extremamente placentera y me hizo feliz. En mi cuarto instalé una pantalla que parecía el río Amnokwang que fue situado en la frontera entre China y Corea del Norte. Junto a ella adicionalmente coloqué otra que tenía un aroma a sueño y flor de peonía. En mi cuarto hice entrar una que parecía una flor blanca linda. Así un espacio maravilloso fue manifestado. Mis obras de arte jaspeado fueron capaces de traer un viento especial y un aroma transcendiendo el tiempo y el espacio. Aquí reconocí que mi alma fuese conectada con almas de gente por todo el mundo. Una persona podía ejercer una influencia global para crear un mundo verdaderamente humano y bueno cuando una viviese una vida internamente rica. Mi vida fue totalmente renovada. El uno de noviembre era el aniversario mortal de mi padre, y ese fue el día cuando yo había comenzado una vida nueva propia. Habiendo reconocido el hecho de que las almas humanas fuesen eternas, mi vida que nadie pudo imaginar ni predecir de antemano devino extremamente dramática. Yo estaría en Tohoku el 1 de noviembre de este año. Mi corazón devino animado y fue llenado con agradecimiento.