KEIKO KOMA net

11 Nov. 2011

Difundiendo

 

Hoy fui a la reunión de salón del Café Akira en Roppongi y tras una ausencia larga escenifiqué el vídeo de nuestra visita efectuada al Monte Gojo en otoño del año 2006. Cada cosa parecía fresca y estaba brillando brillantemente. Fui muy excitada en el corazón por la belleza y alcé mi voz de brindis como si fuera mi primera vez en verla. Sentí que el concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas celebrado cuatro veces y un concierto de Idaki Shin celebrado este octubre hubiesen influido sobre el Monte Gojo. Aunque estuviésemos en Japón, reconocí que en el mundo del interior humano pudiésemos ejercer globalmente nuestras influencias positivas para cambiar el mundo entero. El proceso de realizar estos conciertos me hizo reconocer la importancia de seguir intentándolo hasta que alcanzásemos nuestra meta mientras en nuestra sociedad moderna mucha gente no retaba ninguna cosa y estaba resignada a hacer algo nuevo desde el principio. Recordé que en los cursos de asesoramiento de Idaki el Sr. Idaki Shin hubiese dicho que si una familia repitiese un patrón de vida durante tres generaciones, luego la cuarta generación devendría reacia a cambiarlo bajo cualesquiera circunstancias nuevamente insurgentes. Esto fue algo muy familiar a mí mientras recordaba mi vida temprana antes de conocerlo. Había experimentado un destino miserable en mi vida. El mensaje en el concierto de Idaki Shin celebrado el 27 de octubre fue ‘destino’ y reconocí la llegada de una era nueva que permitiese a sociedad e individuos ser liberados del destino negativo y manifestar poderes innatos maravillosos. Cuando las condiciones de nuestro interior cambiasen, nuestras circunstancias exteriores cambiarían naturalmente. Los cinco conciertos celebrados en octubre me dieron una solución a mi cuita mayor, que había tenido en mi mente desde la niñez. Ahora estaba encaminada hacia una vida nueva y un futuro incógnito. Estaba lista para ir a la zona de Tohoku.