KEIKO KOMA net

22 Oct. 2011

Otoño

 

Mientras escribía en uno de los poemas titulados ‘padre’ en el concierto de Leyendas de Koguryo Redescubiertas a la edad de diecinueve años decidí de repente ir a Kyoto en el medio de agonía. Tan pronto como estuviese a punto de abandonar mi casa me topé con mi padre en su puerta que estaba llenada con la fragancia dulce de flores de aurantiacus. Le dije simplemente que iría a Kyoto sin dar razón alguna y él me contestó con una cara sonriente que para cuando regresase a casa estas flores de aurantiacus ya habrían caído. Esta memoria fue resucitada cuando mi padre feneciera y yo creara el poema. Luego descubrí los mismos pasajes con esta descripción precise en mi diario así que mi memoria fue correcta. El Sr. Idaki Shin comentó que mi padre tuviese efectivamente mucho gusto. La fragancia dulce de aurantiacus en otoño siempre me hacía pensar en mi padre. En la puerta de mi casa, se paraba un árbol de aurantiacus que yo había pedido cuando alguien me propuso regalarme un árbol. Inmediatamente dije el nombre de este árbol. Ahora estaba en flor y generaba una fragancia bella. Como tuviera diecinueve años en medio de un abismo mental, estaba a punto de salir para Kyoto, sin embargo, esta vez fui llenada con esperanza para abrir una era maravillosa junta con el alma de mi padre y almas de gente que supiera construir un país.