KEIKO KOMA net

3 Oct. 2011

Aroma de literatura

 

El tifón feroz que estaba golpeando aquí ahora parecía enseñarme que seres humanos debiesen realizar la llegada de una era nueva y vivir una vida unificada con la naturaleza. Mientras yo estaba limpiando una caja de cartas en mi escritorio, una postal de Rusia asió mi atención como tenía un aroma nostálgico que yo había sentido cuando visitara San Petersburgo por primera vez y bajase a tierra desde un avión. El camino desde el aeropuerto a mi hotel me parecía familiar y ya estaba en mi memoria, para mi asombro cuando oí una voz desde dentro de mi mente que deberíamos girar a continuación, en realidad nuestro coche lo hizo aunque este fuese efectivamente mi primera vez en estar allí. Mi alma tembló ante todo lo que viera. En mi cuarto en el hotel, fui rodeada por la tibieza de muebles de madera y mi corazón fue nutrido. La mesa de madera y sillas generaron un aroma de literatura. Una pintura en la pared dibujaba la primavera en Rusia con un campo cubierto de flores que expresaba la alegría del pueblo ruso que había esperado tanto la llegada de la primavera y nieve derritiendo tras un invierno largo severo. Fui muy conmovida y derramé lágrimas. Las mesas, los muebles, y las bolsas que vi en el museo Dostoyevski estuvieron llenos también de un aroma de literatura. Cuando luego volví a Japón, cambié el decorado de mi habitación a uno que estuviese lleno de un aroma de literatura que excitase mi corazón y me hiciese realizar la alegría de estar viva. Mientras el Sr. Idaki Shin siempre me enseñaba cómo una debiera seguir efectuando investigaciones, me contentó ya que estaba realizando un modo de vida que estuviese lleno de descubrimientos nuevos y encuentros con la verdad. Esta era una vida humana con que yo había deseado ser provista desde la niñez. Mientras el otoño estaba profundizándose día tras día, pude oír el sonido de otoño y poemas estaban aflorando. En tal momento me sentí profundamente agradecida a mi vida.