KEIKO KOMA net

22 Sep. 2011

En una ribera

 

Me regodeé extremamente ante el fluminizaje, árboles y riachuelo de agua vistos desde mi residencia nueva en Morioka ya que he deseado tanto tiempo vivir en una ribera. Antes había buscado una en Kyoto pero en vano. Así que mi sueño se realizó en Morioka. En un cuarto tradicional japonés, instalé una caligrafía enmarcada en arco de mi poema que leía: ‘una superficie brillantemente brillante de un río grande fue el signo para transformar tristeza en amor’. Creé un dibujo jaspeado basado en el color que imaginara con un río grande atravesando el continente. Un riachuelo pequeño de agua entre árboles me hizo muy conmovida y excitada por alguna razón. La respuesta sería clarificada en algún futuro. Mientras la última capital de Koguryo antiguo fue localizada en Corea del Norte, sentí que Morioka fuese conectada a ella allende el mar ya que estaba en la misma latitud. Nuestra expresión de la verdad en Morioka influiría directamente en ultramar para cambiar el mundo entero. Llegué a reconocer este significado profundo, mientras inicialmente fui motivada a contribuir a la recuperación tras el desastre y decidí abrir nuestra oficina nueva en Morioka. Unificada con Ser Grande, desde aquí realizaría mi sueño desde la niñez, que era crear un mundo verdaderamente pacífico en Asia Oriental y luego en el resto del mundo. Agradecí a mi vida. Recordé que cuando visitara una tumba histórica del rey de Koguryo, inmediatamente reconocí el alma de la gente de Koguryo antiguo quien permaneciera veraz a la verdad y dedicara su vida a abrir un mundo para que generaciones futuras siguiesen vivas en felicidad. La verdad debería seguir viva infinitamente en futuro. Me plugo el encuentro en Morioka ya que fue eventualmente conectado con mi terruño allende el mar.