KEIKO KOMA net

18 Sep. 2011

Realizando un sueño

 

Al lado del río Kitakami, rodeada por su placentero aroma hídrico, creé mi mentizaje, dibujando sobre un coche blanco. Aunque no planifiqué nada por adelantado, tan pronto como vi el coche una visión luminosa entró en mi mente que me hizo gritar con alegría ya que el coche traería consigo esperanza y soñaría. Habiendo terminado dibujos nombré el coche ‘uno que realizaría el sueño propio’. Mientras mi sueño desde la niñez era realizar una paz global, estaba contenta de ver que finalmente una era humana nueva hubiese venido y que cada persona pudiese manifestar la naturaleza propia y realizar el sueño propio en la vida actual. El 7 de septiembre yo abriría nuestra oficina nueva en Tohoku y muchos tesoros se estaban agregando allí tales como un piano acústico que una nunca compraría con dinero, un sistema de sonido, paneles fotográficos, mis dibujos de mentizajes y tapices, etc. Cada cosa hizo ascender una voz de brindis. Y sobre todo lo demás yo estaba contenta de ver que mis muchas congéneres cuya vida estuviese unificada conmigo estaban viniendo aquí desde varias partes de Japón. Estaban dispuestas a vivir todas juntas y crear una aldea nueva, pueblo y país que devendría un modelo futuro de una sociedad humana ideal. La gente era más preciosa que cualquier otra cosa y su presencia era mi tesoro más preciado. Aspiraba a crear una sociedad que autorizaría a mujeres a tener un bebé a quien dar a luz y encarecer con facilidad. Además una sociedad verdaderamente pacífica debería autorizar que corazones de gente en el pasado, presente y futuro fuesen realizados. Yo realizaría este sueño autóctono y abriría un futuro glorioso para la humanidad desde la zona de Tohoku.