KEIKO KOMA net

26 July 2011

Café de la galería de Koma en Yasaka

 

Hoy también he estado ocupada creando camisetas jaspeadas para niños en la ciudad de Kamaishi y, bajo un cielo caliente veraniego, seguí trabajando llenada de alegría mientras imaginaba sus caras sonrientes. Al final del día teñí tantas como setecientas y las colgué a secar en el jardín interior del Café de la galería de Koma. Saludaron a los vientos y me hicieron sonreír ya que parecían muchos niños sonrientes en filas. Cada camiseta era única en el mundo ya que cada persona lo era y su forma ondulada parecía soñar para encontrar su contrapartida. De noche celebré una reunión mensual de poemas para vivir y tras esto hice mis dibujos de mentizaje sobre galletas de arenisca hechas a mano por el Sr. Idaki Shin y luego renové un menú dulce. Condecoré un pastel nuevo que llamé ciudad castellana de Wandu en verano y creé un mensaje para nuestro cliente que expresaba la importancia de vivir una vida unificada en el corazón, especialmente como estábamos afrontando muchas dificultades tras el desastre. Deberíamos recuperar unidad con la naturaleza. Habiendo terminado todas las obras para hoy fui a la torre de Yasaka y fui conmovida por su mirada magnífica bajo el cielo nocturno que atestiguó todo desde la antigüedad. Mientras miraba para arriba una luna bella plena entró en mi vista que parecía haber sido compañera de la torre. Mi alma temblé ante la escena. En Yasaka, almas de gente que construyera una dinastía estaban reanimándose. Ahora estaba encaminada hacia más para mañana.