KEIKO KOMA net

17 July 2011

Tierra bella

 

En la tierra del norte de Japón sopló un viento maravilloso que fue el mismo que en la antigüedad y también en el futuro remoto. Mientras yo observaba un campo brillantemente brillante mi vida devino extremamente vigorosa y mi corazón devino excitado. Desde la niñez he soñado acerca de y deseado crear un mundo nuevo humano que respetaría igualmente la vida de cada cual y cada cual viviría una vida brillantemente brillante. Ahora que era guiada a venir al distrito de Tohoku por Ser Grande, quedé muy impresionada por la naturaleza maravillosa humana de la gente y la tibieza de su corazón que era algo inusual en nuestro mundo moderno. Sinceramente deseé pavimentar un sendero hacia una recuperación veraz tras el desastre. En este respeto viviría una vida unificada con Ser Grande y cuidadosamente escucharía mensajes divinos eternos desconocidos a la conciencia humana. Una vida nueva devino ampliamente abierta a mí. Quedaría pura hasta el fondo de mi corazón y viviría una vida nueva manifestando la naturaleza verdadera de vida conexa con el meollo del universo. Viento exquisitamente ameno me ha visitado que me hizo recordar el continente grande allende el mar y me alegré de haber encontrado cada cosa aquí.
Estuve junta con un sacerdote budista y su familia inclusive sus hijas. Me dijo que no podríamos abrir nuestro futuro sin reconocer la historia verdadera y purificar las almas de numerosa gente que había vivido una vida miserable. Concordé con la necesidad urgente de resucitar el alma de la gente para la recuperación del desastre. Me invitaron a almorzar y me plugo mucho la tibieza de su corazón y hospitalidad. La hora de resurrección vendría dentro de poco y mi alma tembló mientras una era nueva estuviese ampliamente abierta ante nosotras.