KEIKO KOMA net

11 May 2011

 

Mi corazón

 

Desde que he reconocido que deseos neonatos en mi corazón deban ser encarecidos y expresados como algo importante del que viva yo, decidí celebrar conciertos caritativos para la recuperación desde el desastre de Japón oriental, y ahora me encaminaba hacia Morioka y otras zonas golpeadas por el desastre, donde serviría nuestro café de Andrómeda Etiopía, que era el mejor café primero especialmente torrefacto con la música del Sr. Idaki Shin, tocada por nuestro sistema sonoro. Cada día mientras lo tomaba, mi corazón y cuerpo devinieron llenados con luz y vigor, y además cuando viajaba al exterior, algunas veces llegué a sufrir de energías oscuras tanto mental como físicamente. En tales ocasiones, una taza del café Andrómeda Etiopía las borraba inmediatamente vertiendo en mi mente deprimida una energía luciente. Devenía lista a pararme e ir doquier. Así podía siempre encontrar vigorosamente a una persona nueva y hacer un buen resultado. Deseé que lo mismo pasase a cada cual. Mientras yo sinceramente deseaba contribuirme a mi misma a la creación de una sociedad humana nueva para que las generaciones futuras siguiesen viviendo en vigor y alegría, era agradecida con mi vida ya que era provista con los cursos de asesoramiento de Idaki Shin, y la oportunidad de comenzar a organizar sus conciertos, que enriquecían nuestro interior y la naturaleza de nuestra vida, de modo que sin hesitación yo pudiese expresar mis deseos más profundos, y crear un ambiento nuevo global para que nuestros niños siguiesen viviendo en paz. Muchos equipos voluntarios se juntaron alrededor de mí mientras compartían mi corazón para las generaciones futuras. Ahora me encaminaba hacia Morioka junta con ellos. Ahora era tiempo de que cada una de nosotras expresase y realizase nuestros deseos más profundos.