KEIKO KOMA net

26 Apr. 2011

 

Rei

Tras haber celebrado el concierto caritativo de Idaki Shin en Kobe, fui a Kyoto y fue un día lindo primaveral. Flor de cerezo y árboles de sauce a lo largo del río Kamagawa eran bellos y llenos del verdor fresco de hojas nuevas. Kyoto era un mundo diferente. Conduje a Yasaka. Aunque había muchos turistas apreciando flores, y era mucho más animado que en la parte oriental de Japón, todavía sentí doquier en Japón el peligro de un desastre futuro. Mientras realicé mediante mi propia vida en su concierto un significado auténtico de reconstrucción tras el desastre, el estado de vida que estaba mirando hacia atrás nunca abriría un futuro, y recuperar la naturaleza esencial de la vida humana era urgentemente necesitado. Cuando llegué al Café de la galería de Koma y miré hacia arriba a la torre de Yasaka desde su puerta trasera, el verdor de hojas y su luz pura me acogió. Cerré los ojos, imaginé un mundo extremamente bello lleno de luz gentil y viento de primavera. Como supe que ese mundo invisible que imaginara siempre vendría a realizarse en algún tiempo posterior, fui excitada ante la visión. Luego, alegremente, comencé a trabajar en mis obras de arte jaspeadas que he decidido crear y presentar a gente viviendo en una zona golpeada por el desastre. Cuando hice una camiseta jaspeada para niños, recé que siguiesen activos y vigorosos, y para mi asombro, los dibujos jaspeados correspondieron a mi deseo y parecieron muy puros y bellos como la vida de un niño. Reconocí con agradecimiento que mi vida siempre estuviera creando un mundo futuro para generaciones venideras que nunca estorbaría ni destruiría una naturaleza pura y bella de vida humana. Finalmente creé tantas como doscientas camisetas y las expuse para secar en el patio interior. Parecieron como si fuese personas brillantemente brillantes. Realicé la presencia de Ser Grande. Esta fue una visión luminosa que nos mostró que mucha gente bella como esta colaboraría junta para abrir un futuro maravilloso. Fui llenada con esperanza y contenta en Yasaka.
Mientras tanto oí que el último carácter de Koma, ‘rei’, simbólicamente significase la escena más bella en tierra que era una pareja de venados. Solía contar esto a gente y explicar que ‘ko’ significase el cielo, cuando introducía el concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas. También oí que ‘rei’ no fuese una mera belleza sino con amor. La visión hodierna delante de cientos de camisetas en el patio interior me hizo pronunciar la palabra ‘paz’ y fui llenada con esperanza. Un mundo bello sería realizado desde la riqueza de nuestro corazón para que una paz auténtica se lograse por todo el mundo. El interior bello de una persona fue la causa de una vida bella y también una paz global. Yo estaba renovando mi sitio de red (keikokoma.com) cada día deseando compartir esto y organizando los conciertos de Idaki Shin para proveer experiencia preciosa de enriquecer nuestro interior. Tras su concierto imaginé que mi interior manifestase ‘rei’. Pasase lo que pasara yo seguiría creando un futuro para la humanidad.