KEIKO KOMA net

25 Apr. 2011

 

Kobe

Juntamente con el Sr. Idaki Shin yo solía ir a Kobe muchas veces para inspeccionar cuartos cuando habíamos decidido abrir una oficina nueva allí y recuerdo vivamente pasar bajo una arcada que estaba saludando a vientos, haciendo un ruido de hojas, y brillando brillantemente para manifestar una visión luminosa de un futuro maravilloso. Un día cuando pasé una calle me topé con un restaurante estilo occidental que parecía exactamente idéntico al que hubiera imaginado en mi sueño nocturno. Fui soplada por un viento de sueño. Asimismo solía recordar que pudiese vencer mis limitaciones conseguía muchas cosas cuando había metido al correo una versión completa de mi ensayo que describía mi vida. Llegó justo a tiempo. Aunque físicamente yo estuviera muy cansada, mi interior estaba lleno de vigor y refrescante. Caminé cada esquina para introducir nuestros cursos de asesoramiento de Idaki y actividades concertantes. Sin embargo tras el terremoto, cada cosa que yo conocía y de la cual disfrutaba fue destruida. Un aroma de sueño se fue. Ahora reconocí que vivir fuese siempre crear algo nuevo. Una no podía seguir viviendo si una miraba para atrás al pasado. En el concierto caritativo de Idaki Shin celebrado en Kobe yo reconocí esto y mi vida fue renovada otra vez. Luego ese aroma de sueño fue reanimado e imaginé hojas de árboles brillando brillantemente bajo luz solar que estuviera saludando a un viento y haciendo un ruido de hojas. Recordé que soliera seguir caminando hasta que comenzase a doler mi pié. Esta experiencia fue muy preciosa para mi vida. Era hora de crear una era nueva para que generaciones venideras siguiesen viviendo. Yo seguiría promoviendo nuestras actividades de Idaki.