KEIKO KOMA net

30 Jan. 2011

 

La expresión del interior propio

Renové la instalación en el suelo del sótano del Skyrocket Center y estuvo llena de asombro. Mis obras caligráficas sobre papeles japoneses tradicionales generaron una atmósfera del continente vasto y no parecían nada japonesas. Porté gran esperanza ya que la expresión de nuestro interior fue rica y libre de cualesquiera andamios. Eventualmente recordé que estos papeles japoneses y la pintura negra originaban desde Koguryo. Mientras mi vida siempre ha comprobado que la historia de Koguryo fuese efectivamente heredada en vida mía, mucha gente no comprendía esto y me pidió mostrar una prueba concreta de ser yo descendiente directa de su familia real. Creí que cada cual podría siempre discernir si yo era auténtica o no, tan pronto como me conociera, y siempre decía en entrevistas por gente mediática en muchos países que el hecho de estar viva era prueba de la corriente nunca interrumpida de mi dinastía y pareció muy interesada en mi respuesta y hasta ahora nadie ha dudado en mí. Ya que había encontrado al Sr. Idaki Shin, hice regla expresar correctamente la verdad que había llegado a realizar en mi vida a cualquiera que topara en la misma manera sincera, indiferente al título, tal como presidente de estado, primer ministro, doctor, profesor, poeta, etc. Mediante la expresión de lo ocurrido en vida mía estaba pavimentando un camino para realizar la paz global. Tal como en el concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas celebrado en ultramar que hiciera llorar a grandes públicos por impresiones grandes, dondequiera que yo fuese gente respondía vivamente a mis expresiones verbales en japonés, de modo que me diera cuenta de que nuestra expresión lingüística fuese idéntica a la vida propia y pudiese reclamar directamente a las almas gentilicias. Agradecí a todo y a mi vida asombrosa ya que la expresión de la verdad crearía un mundo nuevo y abriría una era nueva humana llena de esperanza.