26 Jan. 2011
Romance en una corte real
Fui muy tocada por la música romántica del concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas celebrado en Kanazawa. Mi alma tembló ante la música y el poema titulado ‘Romance en una corte real’ que eventualmente creara en Tesalónica, Grecia, justo muchos días antes de la muerte de mi madre. Había estado muy triste, sufriendo de dolores cardíacos, estaba casi gritando por alguna razón incógnita, y pasé todo el día sola mirando el mar Egeo, que pronto fue clarificado, para mi gran desesperación. Deseado desechar dolores, inconscientemente así un estilógrafo y apunté frases comenzando desde ‘Romance en una corte real’, que automáticamente surgieron desde el interior de mi vida. Anticipé que ellas me dijesen la causa de mis dolores y lo que había tenido dentro de mí, y no pude abstenerme de derramar lágrimas hasta terminar de apuntarlas. Dudé cuál sería la decisión final hecha por la princesa. Así el poema fue creado. Ella me enseñó el camino que cumpliría su corazón para su amante y al mismo tiempo realizaría la gloria de la dinastía de Koguryo. Su decisión me hizo realizar la vida en un mundo eterno. Debido a ella, yo podría seguir viva. Luego este poema no fue un cuento imaginario sino uno verdadero de alma que ha sido heredada dentro de mi vida mediante una historia larga. La tristeza de la historia fue transformada en amor cuando yo había plenamente aceptado su significado profundo. Mi vida se abrió de par el par y fui destinada a vivir una vida eterna para que la humanidad siguiese viva en el futuro. La espiritualidad bella de la gente de Koguryo y su viento fresco y aroma de primavera fue esencial para esto, ya que una podía ver claramente en la pared pinturas del Koguryo antiguo en el libro fotográfico opíparo que yo recibiera como regalo conmemorando el 10º aniversario del concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas. Ahora supe qué haría a continuación y fui extremamente agradecida a la brisa fresca soplando dentro de mi vida y pavimentando un camino para realizar mi visión.
