KEIKO KOMA net

10 Dec. 2010

 

Belleza

Bajo el cielo azul grande, hojas arbóreas saludaban e imaginé un lucizaje del mundo argentino donde luz solar era reflejada por la superficie de un chorro puro fluvial. Mi alma tembló ante la vista bella y fui llenada de nostalgia por una memoria anciana. Mientras me concentraba realicé el origen de la vida: belleza. Juntamente con este lucizaje bellamente brillante, sentí mi aroma más encarecido proveniente tanto del pasado como del futuro. La belleza original debiera ser realizada en el futuro y devine extremamente vigorosa. En el origen el mundo anímico fue unificado. Recordé que cuando visitara el Monte Pektou en Corea del Norte, la cuna del héroe legendario Tangun, el lago encima de la montaña me hizo reconocer que la belleza fuese fuente para la construcción de un país nuevo. La fuente de nuestras actividades futuras también era belleza y belleza nacía de amor ya que pavimentaríamos un camino para reconstruir nuestro mundo mediante el amor. Fui llenada de esperanza. El lucizaje imaginado en el Cáucaso fue el mismo habido en Macedonia y también en el primer reino del rey Tomei. Belleza brillando en el meollo de nuestra vida era la fuente para seguir viviendo.