23 Nov. 2010
El rey gloriosamente brillante
En el concierto de Idaki Shin celebrado en nuestra oficina de Kyoto, fui completamente chocada al haber encontrado la energía de Koguryo y su aroma exquisito rodeados de paneles fotográficos tomados por él también. Sólo con quedarme allí no podía regocijarme más. El cielo azul claro era infinito, la grandeza de ríos atravesando el continente, la tibieza de corazones de gente cuyo corazón era unificado y convivían todos juntos, árboles magníficos simbólicamente expresivos de la belleza de almas gentilicias, y cada monte que me excitó sobremanera y me llenó de gran alegría por estar viva. El sonido del piano tembló en mi alma y de repente encontré las almas del rey Kotai y el rey Tomei con quienes he querido citarme durante tanto tiempo y reconocí sus reclamaciones profundas asimismo como su alma brillantemente brillante. Asia Oriental habría de ser unificada, y nuestro sendero para realizar mi sueño del Monte Gojo era uno simbólico para realizar la paz auténtica. Me desplazaría juntamente con las almas de estos reyes maravillosos.
