KEIKO KOMA net

12 Nov. 2010

 

Koma en Yasaka

Caminé ascendiendo la calle de Yumemizaka hacia la torre de Yasaka. Mientras me acercaba a ella, fui llenada de nostalgia y alegría por poder regresar. Le sonreí. Comencé a contar mi cuento, al que respondieron brisas de Koguryo y me advirtieron de la presencia de numerosas almas que me escuchaban. Reconocí estar efectivamente en la tierra de mis ancestros. Agradecí el que gente pudiese reunirse trascendiendo un gran lapso de tiempo. Historia oculta estaba siendo manifestada. La alta espiritualidad de Koguryo estaba parándose aquí como pértiga eterna. Mi corazón se excitó ya que había llegado la era de esperanza. Mi alma tembló ya que numerosas almas de mis ancestros estaban juntas a mí. Los poemas del interior de mi vida que leyera durante el mes pasado demostraron que yo había pasado a través de experiencias extremamente dramáticas y milagrosas en Georgia y Azerbaiján. Recordé que cuando abandonara Japón deseé volver incólume a Kyoto y celebrar una reunión de poemas para vivir. Y para mi gran alegría y agradecimiento, hoy la celebré y mientras leía en voz alta mis poemas que sonaban maravillosos y llenos de esperanza, reconocí que mis poemas siempre expresaban una visión de mi vida que seguramente sería realizada en algún futuro. Mis poemas estaban brillando brillantemente y café servido por el Sr. Idaki Shin me hizo reconocer que cada vida fuera gentil y amable. Las alubias dulces hechas por él sabían a un sabor especial de otoño en una atmósfera clara y transparente. Realicé una vida nueva viviendo en un tiempo nuevo que fuera manifestado en nuestro concierto en Bakú. Los paisajes que viera en mi camino entre Tokio y Kyoto también fueron extremadamente bellos y permanecieron en mi corazón. Quedé extremadamente impresionada por la belleza de otoño. El otoño de este año era realmente algo especial. Estuve muy contenta.