KEIKO KOMA net

3 Nov. 2010

 

Sonido de otoño

Desde la tierra de Japón, pude oír el sonido del otoño y su perforación de la estación otoñal que me hizo acomodar mi mente y alma. Reconocí que pudiera renovar mi vida una vez más. Escucharía la voz minúscula de la naturaleza y me afinaría acorde con ella unificada con el espacio circundante. Reconocí que mi vida haya recibido luz proveniente del mundo muy allá de nuestro mundo y que yo estuviera pavimentando un camino para la apertura de nuestro futuro. El Ser Grande seguramente debería estar ejercitando sus poderes abrumadores sobre nuestras actividades mediante la luz, vientos, y la entrega de mensajes desde Madre Tierra. Yo seguiría creando un futuro de la humanidad paso a paso.
Para nuestra gran alegría regresamos a Japón habiendo realizado exitosamente nuestro concierto en Georgia y Azerbaiján. Ahora recuperaría mi vida en Japón y estuve ansiosa por cumplir mis metas una a una realizando nuevos modos de vida que fueran manifiestos en nuestros conciertos que siempre han abierto un futuro para la humanidad.
Como regresé a casa después de una ausencia larga, flores lindas me acogieron en la entrada. Reconocí que habrían debido estarme esperando mucho tiempo. Las saludé y expresé mi agradecimiento. Además me recordaron mi padre quien feneciera años ha ya que él soliera aludir a ellas. En el último momento de su vida mientras él esperaba mi llegada en el hospital y tan pronto como me viera feneció, mientras me apresuraba a verlo tras haber oído que moría. Nuestra vida fue conducida por un tiempo especial y coincidencias, juntamente con flores lindas. Aun cohabitamos como estas flores gozando de la perforación del otoño de este año.