KEIKO KOMA net

12 Oct. 2010

 

El rey Kotai

Camino a Jian, la capital antigua de Koguryo, pasamos por el distrito de Bouka que parecía muy pobre, aunque el nombre sugería la imagen contraria. Por doquier estaba cubierto de vidrio y nieve. Sentí tristeza observándolo a través de un cristal de nuestro coche. Una mujer caminaba por la carretera y parecía quedarle largo camino. Sin embargo no pude hacer nada ya que nuestro camino para visitar el terruño de mi ancestro también era muy largo y difícil. Reconocí la gran tristeza de la vida humana. Un viento frío había pasado a través de mi vida. En el camino me juré muchas veces crear una sociedad verdaderamente buena. De noche hacía incluso más frío y mi aliento se puso blanco, sin embargo, sentí una ráfaga de primavera y por fin llegué a nuestro destino. Algo dentro de mi corazón estaba anticipando el acontecimiento de un encuentro maravilloso. El día siguiente camine a través del aire blanco frío y al ver un cielo grande claro sentí la presencia del rey Kotai puesto que él debió ver el mismo cielo que hoy yo. Fui muy feliz. Sólo con merodear pude realizarlo. Actualmente la visión de la ciudad era algo familiar en mi vida desde la niñez, ya que soliera imaginar la misma escena. Reconocí que mi vida fuese unificada con las almas de mis ancestros quienes supieron que un rey de Koguryo debiera estar conexo con el mundo más allá del cielo, sin lo cual nuestra dinastía perdería el poder y nuestra gente no podría vivir una vida feliz. Habiendo recibido el mensaje de su alma, reconocí el sentido de nuestra era que seguramente lograría el deseo más encarecido de la humanidad a través de la historia. Me excité mucho y terminé por realizar un encuentro con el rey Kotai que transcurrió muy silenciosamente. Cualquiera que lo encontrase querría quedarse con él el resto de la vida. Este fue un encuentro precioso para la eternidad ya que él estuvo con nosotras como viento de Koguryo avanzando para abrir un futuro para la humanidad. La nueva era estaba servida y podríamos abrir nuestro futuro solas.