KEIKO KOMA net

1 Oct. 2010

 

Ocaso

Mientras miraba el ocaso fui muy impresionada y conmovida ya que parecía haber estado con nosotros durante la historia humana y nos guió, unificado con Ser Grande. Montañas en Kyoto parecían un traslado masivo de almas de gente muerta en agonía y/o arrepentimiento. Todo me hizo realizar una historia larga. Sin embargo, ahora que un mundo nuevo estaba plenamente abierto ante nosotros y el espacio a nuestro rededor devino puro, yo seguiría viva abrazando en mi corazón los poderes grandes de Ser Grande. Tras una ausencia larga volví a Tokio y mientras iría a Kyoto muy pronto, nuestros conciertos en Georgia y Azerbaiján a celebrar en octubre se acercaban más y más. Reconocí que fuera nata para crear una historia humana nueva. Manifestaría mi naturaleza verdadera y expresaría mis deseos más profundos sostenidamente para pavimentar un camino hacia nuestro futuro. Mientras me dirigía hacia la realización de la paz global, devine muy vigorosa. Lo agradecí a mi vida preciosa. Todo lo que me tocaba hacer era seguir fiel a mis deseos más profundos y un mundo verdaderamente pacífico estaba siendo realizado. Deseé que cada cual hiciese lo mismo: realizar la naturaleza propia, pavimentar un camino hacia la paz, y vivir una vida brillantemente brillante.