KEIKO KOMA net

2 Sep. 2010

 

Viento de Koma

 

A la medianoche comencé a crear obras de arte con técnica de mármol en el patio interior del Café de la galería de Koma. Coloqué sábanas azules grandes para cubrir el patio entero y colgué alambres para disecar textiles tras amarmolarlos. Encuentros accidentales hicieron patrones dramáticos y dibujos que me hicieron sentir la tierra, el universo, e incluso el mundo mucho más allá del cielo. Amé este momento de creación y debí concentrarme completamente. En un día caluroso de verano, hubiera podido decir que no hubiese viento, luego desde alguna parte, vientos amenos comenzaron a soplar invitados por una campana de viento colgada sobre un mostrador en nuestra tienda. La campana de viento devino miembro importante para crear obras amarmoladas en la galería de Koma, Yasaka. Su viento de Koguryo transportó la voz de almas de gente de Koguryo antiguo y me enseñó a construir una nación maravillosa donde cada cual pudiese vivir una vida verdaderamente feliz. Me dijeron repetidamente que crear un mundo completamente nuevo era la llave para realizar este en nuestro mundo actual. Acompañada por vientos de Koguryo y portando esperanza en el corazón para un futuro maravilloso, yo caminaría alegremente alrededor de Kyoto y me excitaría expresando las voces de la verdad. Los dulces de Anzaki manufacturados por el Sr. Idaki Shin me animaron mucho ya que estaban llenos de energía potente de amor y encarecieron mi vida. Me hicieron resuelta a abrir nuestro camino y realizar un mundo nuevo para que siguiésemos viviendo pasase lo que pasase en el futuro.