29 Aug. 2010
Agosto en Tokio
Como hoy era el día del memorial de guerra realicé la presencia de numerosas almas invisibles de gente que muriera desesperada y con mucha pena. Sentí gran gravedad en mi corazón y cuerpo. Imaginé con mucha esperanza que nuestro concierto efectuase un cambio grande y las liberase del pasado. Esto lo realicé mediante el cambio de condiciones en mi cuerpo. Agradecía a cada cual mientras fuera clausurada la festividad de tres noches consistente en conciertos con gran éxito y sin reyerta. Sentí gran esperanza y albergué sueños nuevos ya que nuestro concierto siempre está resolviendo cualesquiera problemas del mundo y pavimentando un camino hacia la paz global. Renové mi vida que estaba unificada con Ser Grande, llena de vigor para vivir. Era hora de tomar acciones y realizar mi deseo sincero, albergado desde la niñez. Expresaría en este mundo mis deseos sinceros y sueños neonatos y los realizaría en realidad.
