KEIKO KOMA net

24 Aug. 2010

 

Corazón

 

Frutas descendieron sobre la tierra saludando a vientos como un flujo de gotas de agua. Quizá yo lo tomara como nevada o goteo pluvial. Hoy fuimos invitados a almorzar en la residencia de la embajada de Irán y el Sr. Embajador enfatizó la importancia del intercambio cultural entre Irán y Japón como medio de acercar la gente más una con otra. Y fui orgullosa de nuestras actividades concertantes ya que siempre proveían experiencia para reconocer un corazón humano común a cada cual y realizar la unidad de la vida de cada una. Tras celebrar un concierto de los nuestros, cada cual devenía como un miembro de familia grande lista a colaborar todas juntas para crear un mundo bueno. Cuando veía a gente sonriendo bellamente llena de amor reconocía la naturaleza maravillosa de la humanidad y sentía extrema alegría por haber nacido y vivir ahora como ser humano. Devine resuelta a trabajar duro para crear una era nueva para la felicidad de todos los seres humanos en tierra. Este era el norte de mi vida y mis actividades futuras. Cuando una persona se encaraba a una gran dificultad una podía querer escapar de la realidad, sin embargo, atestigüé que mantener nuestro interior vivo y compartiendo plenamente la tristeza y los dolores de la gente era la llave fuerte para encontrar una brecha y abrir nuestro futuro. Bajo cualquier situación una debería expresar sus deseos más profundos y vivir una vida auténtica fiel a ellos. Si nuestro corazón era ensombrecido por una incidencia triste, una devenía opuesta a los principios de la vida. Así, cada persona podía contribuir grandemente a la construcción de un mundo verdaderamente pacífico. Presenté al Sr. Embajador una corbata de aro con mi dibujo de mentizaje ya que deseaba que ello interconectase el corazón de gente por todo el mundo y que la riqueza del interior propio hiciera bello el mundo circundante.