KEIKO KOMA net

19 July 2010

 

Despertar tras dos mil años de sueño profundo

 

Una verdad oculta fue descubierta y la verdad heredada dentro de las vidas de la gente ha comenzado a manifestar una historia verdadera. Me sentí como si mi mente y cuerpo hubiesen despertado de dos mil años de sueño profundo. Cuando hube publicado mi libro fotográfico titulado ‘Las Leyendas de Koguryo Redescubiertas’ su primera edición me fue traída por coincidencia en el aniversario de la muerte de mi padre y la presenté el mismo día al embajador de Líbano en Japón. Le conté la idea de mi proyecto y el significado del libro fotográfico y él dijo que haría todo lo posible para apoyar mis actividades concertantes ya que él creía que una historia escrita era controlada por poderes políticos mientras que la verdad fuera heredada por el interior de la gente, y la expresión de la verdad por medio de la música debiera ser un sendero auténtico para despertar a gente en todo el mundo. En realidad cuando hube encontrado al Sr. Idaki Shin a la edad de veinticuatro fui sentenciada a morir dentro de dos meses, sin embargo, como él recibió plenamente y expresó las influencias de la historia de Koguryo heredadas dentro de mi vida, llegué a descubrir la historia verdadera de Koguryo y milagrosamente mi vida fue salvada mientras despertaba mi alma. Esta era la llave para vivir una vida verdaderamente feliz como humana y pavimentar un sendero hacia la paz global. Reconocí que lo ocurrido en mi vida pudiese pasar a cualquiera en tierra. Luego comencé a organizar su programa concertante desde el año dos mil uno y ahora su significado verdadero devino asaz visible a mucha gente y sentí que una era de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas hubiese venido, mientras más y más gente despertaba a la verdad y comenzaba a expresarla. El mundo de la verdad era un mundo auténtico para la humanidad ya que la verdad era la fuente de energías vitales. Mientras la historia humana había sido distorsionada en nuestra sociedad, las almas de la gente hubieran debido estar durmiendo. Luego ahora yo sentía que cada alma hubiese comenzado a despertar tras dos mil años de sueño profundo.