KEIKO KOMA net

4 July 2010

 

Lágrimas de Dios

 

Regresé de Georgia. Aunque fuese una visita corta, sentí haber visitado un país remoto. En dos entrevistas televisivas diferentes, al Sr. Idaki Shin le fue preguntado porqué viniera a Georgia, y dos veces contestó que parecía ser guiado por el Cielo. Tuve la misma sensación que él, ya que todo fue maravillosamente ordenado cuando decidimos visitar Georgia esta vez. Estábamos destinados a venir aquí. Bellas montañas, flores amarillas cubriéndolas, cada paisaje que viera fue maravilloso y lleno de atmósfera santa fiel a lo dicho por la gente: que esta tierra fuera dada al pueblo georgiano por su dios. En un lugar debajo de las Montañas de Siete Hermanos, tuve miedo ya que la carretera era muy estrecha y empinada: cualquier desliz pudiera fácilmente llevar a nuestro autobús a caer al vasto valle como una piedrecilla. De repente fuimos alcanzados por granizo grande que potentemente golpeó nuestro autobús y la tierra. Naturalmente junté las manos y casi estaba rezando a Dios. Luego sentí las lágrimas de Dios que parecían estar llorando con un llanto mudo. La profunda tristeza de Dios nunca ha sido comprendida por nadie, y no podía hacer sino seguir llorando. Mi alma y cuerpo temblaron. Sin embargo, ahora ha llegado el tiempo glorioso cuando puede oírse su voz. No pude hacer sino escuchar el sonido del granizo y aceptar las circunstancias. Imaginé que el mundo y nuestra historia cambiarían drásticamente. Relámpagos hendieron el cielo y el paraíso tembló mientras lágrimas de Dios seguían cayendo sobre nosotros. Este era un mundo divino. Yo seguiría esta visión mostrando un camino hacia la paz global. Yo era destinada a encontrar a gente para renovar mi vida y pavimentar el sendero hacia nuestro futuro conjunto. Fue una experiencia muy preciosa que se hallaba mucho más allá de cualquier expresión verbal. Muchas gracias.