KEIKO KOMA net

11 June 2010

 

Movimientos simultáneos

 

Creí en la importancia de emprender acciones dirigidas a lo mismo, dondequiera que una estuviera en el mundo. En Irán reconocí muchas veces que la condición interna de una persona pudiera influir sobre las circunstancias externas. Nuestras actividades concertantes en Japón han hecho visibles efectos positivos en Irán. Fui llenada de alegría por vivir una vida feliz fiel a mi interior. Ya que nuestro corazón fue unificado conocimos la riqueza de la vida humana y albergamos gran esperanza para nuestro futuro. Desde mi habitación de hotel, una montaña cubierta de nieve fue ampliamente vista delante de mis ojos. El cielo era azul y árboles saludaban a vientos que parecían contarme un gran romanticismo de la historia. Fui enormemente animada ya que imaginé un lucizaje que estos árboles se estuvieran comunicando con otros árboles por todo el mundo y estuvieran conectados con el universo. Aunque hubiera muchas dificultades en nuestro mundo actual, cada cual se reuniría y realizaría nuestras actividades concertantes para abrir un mundo nuevo para la pervivencia de la humanidad. La riqueza en nuestra mente era clave para proveer una solución drástica a cualesquiera obstáculos.

Avenida en Teherán

Rectos árboles grandes jalonaban una avenida.
Pude oír las voces de árboles y vientos.
Árboles saludando a vientos sonaban a la voz de almas de gente
Que viviera sus vidas unificadas con dios desde la antigüedad.
Añoraban un mundo sin fin y deseaban vivir una vida eterna
Juntos con sus colegas más encarecidos.
Su corazón fue uno.
Mientras vivieran cada momento era extremamente precioso.
Cuando su corazón fue tocado, música nació y poemas emergieron.
Su vida fue brillante y parecía inacabable.
Y ahora el tiempo ha llegado.
Su música, poemas de vida y amor por la literatura fueron reflejados en el lucizaje.
Cada cual debería haber deseado vivir una vida maravillosa como hacíamos ahora.
Su música placentera fue oída hoy
Tal como lo fuera en la antigüedad junta con el sonido de vientos y tocó mi corazón.
Hicieron eco con la voz de almas que ardientemente estuvieran esperando nuestro concierto.