KEIKO KOMA net

7 May 2010

 

Cultura

 

Fui invitada por el Embajador de la República de Irán a Japón y participé en la ceremonia de apertura de una exposición histórica de tesoros de alfombras persas que fueron traídas desde el museo nacional de alfombras en Irán por primera vez a una exposición extranjera. La muy famosa hecha hace unos cuatrocientos años que anualmente ha sido usada para el festival de Gion en Kyoto también fue expuesta. Por los discursos de apertura colegí una relación larga e íntima entre Japón e Irán y aprovechando esta oportunidad consideré altamente la función preciosa de la cultura como medio para unir a la gente. Este mayo desempeñaría un concierto poético, las Leyendas de Koguryo Redescubiertas, en Teherán, Irán, junta con el Sr. Idaki Shin. Trabajamos muy duro para realizar esto mientras nuestro elenco local en Irán persistentemente nos preguntaba en vista de situaciones urgentes necesitadas de paz. En otro discurso de apertura hoy oí nuevamente que Irán fuese país de poemas y poetas ya que la gente amó la poesía desde antaño. Efectivamente su discurso mismo fue muy poético y atractivo. Mucha gente iraní que conocí en ultramar me dijo lo mismo: que fue criada con música y poesía así que amaba la música del Sr. Idaki Shin y mis poemas. Otro iraní al que saludé en la recepción hodierna me pidió narrar un mensaje divino ya que parecía haber participado en el pasado en uno de los conciertos de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas. Fue un gran honor celebrar este programa en el país de un poeta.
Impresionada por la importancia de la cultura, más tarde hoy fui al Keiko Koma Skyrocket Center en Omotesando que manifestó una dimensión cultural completamente nueva. Vigor para seguir viviendo e ideas nuevas surgían desde mi interior. Hoy parcialmente cambié la instalación del segundo piso. Cortinas de mentizajes y tapices expresaron un mundo de sueños. Piezas de arte vítreo de Komasui parecían flores en el universo infinito, potentemente cambiando el espacio circundante en uno nuevo tal como hacían en mi casa. No eran meros objetos sino criaturas nuevas expresando vida mientras nacían de mi propia vida. Eran bellas como el agua pura canalizada. También una bufanda de mármol y una camisa se unieron al espacio e invitaron brisas lindas primaverales ya que fue creada en el patio ajardinado de la galería del Café de Koma en Yasaka y pétalos de flores de cerezo habían caído sobre ella para hacer dibujos maravillosos tras haber bailado libremente en el espacio. Vivamente recuerdo este paisaje y el momento muy excitante de su creación.
Luego el segundo piso devino mundo de sueños. Cuando una persona fuese rodeada por un mundo de sueños una seguramente podría vivir una vida dramática. Un sueño entraría en la realidad.