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28 Apr. 2010

 

Energía para construir una nación

 

Hoy, tras el segundo día de los cursos de asesoramiento de Idaki, conduje de vuelta para casa escuchando el CD del Sr. Idaki Shin titulado ‘Las Leyendas de Koguryo Redescubiertas’. La primera canción, Monte Gojo, fue llena de energía para crear una dinastía nueva desde la nada. Esto me llenó con energía y lágrimas de grandes impresiones surgieron desde mi interior. La próxima canción, la de un ángel celestial en su tristeza, también conmovió mi corazón y me hizo derramar lágrimas. El General Otistubuntoku despertó en mí la misma energía vigorosa que en sí mismo. Recordé los poderes antiguos de Koguryo que realizara cuando visitara sus ruinas por primera vez en el año 1998. Esta energía me hizo sentirme capaz de lograr cualquier cosa. Estuve muy contenta. Cuando visité allí la segunda vez, quedé muy triste porque acababa de perder a mi madre poco antes y lo que era peor no se me permitió entrar el Monte Gojo por ser extranjera. Mi deseo ardiente no fue oído. Retuve mis lágrimas y decidí volver a Japón. El Sr. Idaki Shin me dijo que él crearía música que expresase mi corazón y grabó esta canción titulada ‘una canción de ángel celestial en su tristeza’. Cien días después de la muerte de mi madre, quedé muy sorprendida al ver que esta canción en particular había comenzado a tocarse automáticamente en el audio de mi coche que había estado roto. Como esta música ha estado expresando mi corazón y nutrió mi tristeza anticipé la muerte de mi padre y en realidad murió poco después. Escuchando esta música hoy, reconocí que ahora era tiempo de manifestar nuestro sí verdadero y realizar mi sueño del Monte Gojo.

Una canción de ángel celestial en su tristeza

Después de perder a mi madre,
Deseando encontrarla de nuevo, fui al Monte Gojo y pavimenté un camino largo
Para llegar al terruño más encarecido de mi ancestro.
Estaba menesterosa de vientos del Monte Gojo y de encontrar al padre de Koguryo.
Sin embargo, sólo estaba mirando arriba hacia el monte
Lamentando la muerte de mi madre
Con el corazón temblando de lágrimas sin fin.
Sin embargo, brisas gentiles merodeaban para decirme que ella estaba junto a mí.
La muerte no era el fin.
Miré hacia arriba un cielo grande y el Monte Gojo para realizar la naturaleza eterna de la vida.
El padre de Koguryo conoció las reclamaciones más profundas de separación que rasgaron su corazón.
Él también estaba conmigo.
Amor.
En la orilla del lago del Monte Gojo, juré al cielo que
Realizaría un mundo nuevo que nunca destruyese el amor.
El comienzo de vivir una vida eterna todas juntas.