KEIKO KOMA net

17 Apr. 2010

 

En la ribera del río Kamogawa

 

Luz rutilante en la superficie del agua me hizo sentir la presencia de las almas de mis ancestros. Llevadas por los vientos, parecían decirme que por fin había llegado el momento más esperado, y sus vidas fueron glorificadas. Flor de cerezo blanca y amarrilla eclosionaba. Era un día lindo de primavera. Creé un poema recibiendo Mensajes de la Madre Tierra y lo grabé. Rodeada de atmósfera histórica, reconocí que numerosas almas enterradas bajo tierra estaban reuniéndose aquí deseando encontrar nuestro mundo nuevo. Me dieron ganas de correr alrededor para decirles la verdad. Cada mañana narraba un poema sobre un alma en coloquio con una princesa, uno de mis poemas de Leyendas de Koguryo Redescubiertas, y además realicé muchas almas que han estado esperándonos. Aunque no había nadie, dije en voz alta que vendría pronto. Ahora ha llegado la hora. Antes de mucho tiempo cualquier persona llegaría a saber la verdad, y devendría capaz de calar la naturaleza de las cosas. La verdad debería ser demostrada. La vía idónea de la vida humana era expresar la verdad y permanecerle fiel en cualquier momento. Agradecía a mi vida y estaba excitada para realizar una era humana nueva que haría a cada ser humano reconocer la verdad y renovar nuestras vidas cada día.

Parada en la ribera del río Kamogawa

Numerosa gente ha perdido su vida.
Sus almas miserables estaban enterradas bajo tierra profundamente.
Sin embargo, la era pasada de oscuridad sin esperanza había terminado
Y una era gloriosa de verdad ha llegado.
El espacio fue llenado con esta luz
Animándonos a vivir una vida auténtica.
Todas las vidas fueron unificadas para abrir un mundo brillante para la vida.
Finalmente cualquiera sobre tierra podía manifestar su verdadero sí.
Parada en la ribera del río Kamogawa,
Me regodeé ante la llegada de este momento con numerosas almas.
Era la hora de crear nuestro futuro.
El gran comienzo.
Ahora.
Ahora.
Un comienzo nuevo.