KEIKO KOMA net

16 Apr. 2010

 

En Kyoto

 

Cuando llegué al Café de la galería de Koma en Yasaka, Kyoto, un árbol bello con flor de cerezo en el jardín interior me dio la bienvenida como si me hubiese estado esperando tanto tiempo. Parecía decirme que la torre de Yasaka ha estado con nosotros y estaba dispuesta a colaborar en la reconstrucción de nuestra nación. En la cocina, el Sr. Idaki Shin siguió haciendo Kaiun (buena suerte) Zenzai y Bijin (bella hembra) Shiruko. Nadie más podía hacerlos ya que atestigüé que sus manos divinas hicieron habas y otros manjares felices y brillar brillantemente en el mundo tres etapas antes de la gran explosión. Quienes pudieran degustarlos tenían efectivamente mucha suerte. Estos manjares santos nos hicieron extremamente vigorosos y alegres. Mientras su concierto llenaba nuestro interior con espiritualidad humana riquísima, sus manjares nos hacían bellas desde dentro de nuestras vidas. Esta era una base para reconstruir nuestro mundo. Me divertí mucho y fui animada a abrir nuestro futuro. A lo largo del río Kamogawa, había muchos cerezos en flor y flores y capullos brillaban maravillosamente y purificaban nuestras vidas. De noche efectos luminosos especiales iluminaban el arco de cerezos en flor. Un toque de alegría nueva dando la bienvenida a una estación primaveral nació ya que estas flores eran realmente bellas y atrajeron mucho mi corazón.

En Kyoto

Mientras caminaba a lo largo del río Kamogawa,
Imágenes de mi padre muerto tanto ha revivieron en mis ojos.
Él también caminaba a lo largo del río
Y alegremente daba la bienvenida a la mejor oportunidad
Para reconstruir nuestro mundo junto conmigo.
El mismo ruido de viento que en la antigüedad fue oído
Y mi dirección futura fue divulgada.
Mientras veía un lucizaje brillante en la superficie del agua,
Sus olas me recordaron las del río grande
A través de la tierra grande de Koguryo antiguo, hogar de mi ancestro.
Recordé un mensaje recibido desde una princesa antigua quien
Triste pero con voluntad firme entregó su romance eterno
Al flujo sin fin del río.
Soplada por vientos, su tristeza era aun visible en la superficie ondulante del río.
Sin embargo, no estaba sola.
Reconociendo agradecimiento de estar viva,
Yo estaba resuelta a pavimentar un camino para crear una sociedad buena auténtica
Para que los deseos más profundos de cada cual fuesen cumplidos.