KEIKO KOMA net

29 Mar. 2010

 

Viento primaveral

 

Un aroma exquisito proviniendo de un lugar incógnito soplado por viento era aquél de primavera portador de la fragancia de flores dulces. Recordé días de mi infancia cuando disfrutaba de la estación primaveral junta con mi madre y lágrimas saltaron en mis ojos. Blancas flores de mokuren estaban en plena eclosión en Tokio y doquier tenía un toque de primavera. A veces hubo vientos fuertes que parecían advertirme de preparar para cambio venidero drástico tanto en el clima natural como social de nuestro mundo. Corregí mi estado interno de ser y me afiné con mis deseos más profundos y oración desde la infancia que era de abrir un mundo verdaderamente pacífico. Cuando el interior propio era glorioso, situaciones externas devenían maravillosas. Porque cada vida humana estaba conectada con cada otra, yo estaba muy animada para seguir moviéndome con esperanza. Desde hoy hubo el curso de asesoramiento de Idaki Shin para gente nuevamente inscrita y tras su segundo día, la situación del mundo cambiaría drásticamente, mientras los liberábamos de influencias negativas innatas. Este curso maravillosamente proveía las soluciones finales a cualesquiera problemas que posibilitasen mi sueño de realizar la paz global. Cuando el interior propio cambiara drásticamente en uno nuevo, numerosa gente por todo el mundo conectada con esa persona renovaría su vida. El viento hodierno que llevaba un aroma de primavera me hizo recordar días de mi niñez cuando miraba hacia arriba un cielo grande junta con mi madre y comenzaba a orar por la realización de la paz global. Ahora estaba muy agradecida a mi vida ya que yo en realidad estaba pavimentando un camino para la realización de mi sueño. Mi corazón siempre estaba abrazando el futuro y quedaba fiel a mis deseos más profundos.