KEIKO KOMA net

5 Mar. 2010

 

Un gran romanticismo de la historia

 

Ayer tan pronto como comiera el Zenzai especial hecho por el Sr. Idaki Shin, quedé muy impresionada ya que reconocí que las almas de gente de Koguryo habían resucitado y mientras lágrimas no paraban de surgir en mis ojos, dibujé obras de arte de mentizajes sobre corbatas y las instalé en el espacio de galería Koma en el segundo piso. Cada una parecía una persona. Mientras colocaba bisutería instancia tras instancia sintiendo un encuentro con almas la obra parecía muy diferente de mi manera habitual. A veces mi conocimiento cuestionaba el modo en que la colocara, sin embargo, decidí divertirme con el procedimiento nuevo de crear obras de arte. Cuando las expuse todas juntas parecían una tropa de Koguryo. Sin duda debió vivir gente de Koguryo en la antigüedad con la misma luz de vida que cada corbata. Me dieron ganas de enfrentarme a ellas en realidad y cuando visitante venían a apreciarlas, una corbata particular comenzaba a lucir como si estuviera apelando a su verdadero dueño. Así que cuando observé a alguna gente tratar a una corbata como a una ordinaria, me dio mucha pena. Comencé a enseñar a la gente el mensaje de cada corbata, un lucizaje que imaginé cuando una persona se vestía una. Mi expresión devino algo estratégica, deseando manifestar la verdadera naturaleza de un dueño candidato que hubiera escogido una. Aprecié sus grandes influencias sobre mí ya que eran efectivamente una tropa estratégica y maravillosa de Koguryo. Pasé un día grande entrevistándome con almas de gente antigua de Koguryo trascendiendo el tiempo y el espacio. Hablamos de una probabilidad que un rey humano en el futuro pudiera leer el mensaje de cada dibujo de mentizaje como yo lo hacía hoy. Cada cual de los presentes fue excitado. Por la noche celebré una reunión de poemas para la vida y el Sr. Idaki Shin se dedicó a hacer bolas especiales de arroz, Zenzai, y café que nos trajo a todos buena suerte y llenó nuestros corazones con alegría extrema. No quedaba sino procurar nosotros mismos abrir un futuro para la humanidad. Mientras alzaba la vista hacia la torre de Yasaka parada afuera en el oscuro cielo nocturno, me hizo reconocer mi vida llena del romanticismo de la historia. Fue en febrero del año pasado que visitara el santuario de Yasaka. Fue una estación de flores de ciruelo y recibí un mensaje desde la tierra que repetidamente me mandó construir ‘Koma’ y ahora he abierto el Café de la galería de Koma, habiendo colaborado conjuntamente con numerosas almas de mis ancestros en el lugar más bello, y unificado su vista con la torre de Yasaka para el fin de abrir un futuro para la humanidad. Quedé muy impresionada y agradecida desde el fondo de mi corazón por el hecho de ser provista de momentos históricos en mi vida.