KEIKO KOMA net

15 Feb. 2010

 

Cielo purpúreo

 

Mientras me encaminaba a una sala de conferencias en Tokio, el cielo fue teñido de púrpura, mientras nubes parecían siluetas de monumentos históricos antiguos de Koguryo. Para mi sorpresa me sentí por un rato estar en China. Mi corazón fue muy animado. Un cielo purpúreo era particular en primavera, así que me regocijé ante él aunque estuviéramos aún en febrero. Mi acontecimiento conferenciante en Yokohama siempre estuvo lleno de atmósfera íntima, y me sentí muy en casa. Estos días he estado pensando sobre el significado auténtico de guardar fe, y en la conferencia hodierna llegué a tener algunas ideas. Sin conciencia, me regocijé ante todo lo relacionado con la cultura de mi ancestro. Como escribí en mi carta de ayer, un plato lacado me hizo reanimar tiempos antiguos desconocidos y una visión de la fuente de la vida. Parecía mostrarme la intención original de gente antigua que creara una cosa nueva por primera vez. Reconociendo el corazón de esa gente en el pasado, me sentí muy animada para crear algo para generaciones venideras. Los logros de mi ancestro siempre me alegraban. Cuando llegué a saber que mucha gente de Koguryo en el pasado se había suicidado deseando probar su fe. Sabiendo que yo compartía la misma tendencia que ellos, me di cuenta cómo las influencias de la historia pasada habían sido transmitidas generación tras generación hasta que yo encontrara al Sr. Idaki Shin quien liberó mi vida de toda carga proveniente del pasado, como resultado de lo cual, yo estaba viviendo una vida humana auténtica, veraz a mi propia naturaleza. No sólo la vida de una persona, sino también una sociedad estaban cambiando drásticamente y cualquier cosa que soliera ser considerada como válida necesitaba renovarse urgentemente, sin lo cual dañaría a la vida humana. En el pasado, guardar fe y encarecer la vida propia no se correspondían, sin embargo, mientras comenzaba a vivir una vida nueva integrando una idea de fe con vivir una vida vigorosa, yo estaba seguramente contribuyendo a nutrir los corazones de gente en el pasado y abriendo un futuro para la humanidad. Aunque el acontecimiento hodierno fuera una conferencia, yo sentí total comunión con muchos corazones de participante y profundamente realicé el significado de mis actividades. Agradecí a la naturaleza de los corazones humanos el haber compartido un tiempo precioso con mucha gente.