KEIKO KOMA net

4 Feb. 2010

 

Comienzo de una historia nueva

 

Había celebrado por primera vez en Kyoto la recolección de poemas en el Café de la galería de Koma en Yasaka. Comencé a escribir mis deseos más profundos al final de cada día desde que el Sr. Idaki Shin me pidió hacerlo cada día como si esta fuese su última voluntad: reconocer el corazón puro era la cosa más importante para abrir un mañana maravilloso sin importar lo que pudiera pasar durante el día. Mientras comencé esta práctica quedé muy impresionada al haber reconocido que mi vida estaba efectivamente siempre llena de luz bella indiferente a cualquier incidente triste o doloroso que aconteciera en el mundo actual. Llamé esta visión del interior de mi vida un lucizaje. Mientras lo expresaba en palabras, sentí agradecimiento profundo por estar viva y todas las cosas superficiales en mi vida fueron refregadas. Ahora estaba llena de vigor para mañana. Aunque no fuese consciente de sus efectos maravillosos al principio, lo que me propuso hacer el Sr. Idaki Shin devino una cosa esencial para que yo realizase el vigor bello y la naturaleza de mi vida. Un día mientras recibía un mensaje en mi sueño nocturno, decidí narrar ante el público lo que escribiera cada día ya que quise compartir el lucizaje de la vida y abrir un futuro bello con mucha gente. Así fue como comencé a celebrar una recolección mensual de poemas para la vida en Tokio. Este acontecimiento había sido muy bien aforado ya que mis poemas resultaron haber predicho nuestro futuro. Y ahora esta reunión mensual se trasladó a Kyoto, al Café de la galería de Koma en Yasaka. Fue como una ceremonia magnífica e histórica. Cada poema parecía animarme para realizar mi visión en el futuro próximo. Sentí además la presencia de numerosas almas que hacía eco a mis narraciones y mi voz sonaba muy diferente. Confiaba en que la reunión de hoy hubiera difundido energía para paz al resto del mundo. Además, para conmemorar la reunión histórica de hoy, el Sr. Idaki Shin hizo a mano tortas de arroz de su tierra natal tradicionales mientras yo herví alubias dulces para meter en ellas. El acabó las alubias con sal purificadora e hizo tortas de arroz llenas de luz santa. Mi cuerpo cargado de dolores y oscuras energías históricas fue purificado mientras engullía una. Reconocí que todo en el mundo, dinero, herramientas, alimentos, etc., debería ser bueno para la naturaleza de la vida humana como su torta de arroz. Agradecí el poder comenzar un acontecimiento significativo para difundir un mundo nuevo de luz lúcida para cada ser humano.