KEIKO KOMA net

3 Feb. 2010

 

Un aroma de sueño

 

Conducía hacia Kyoto y levanté la vista para ver un cielo nocturno azul oscuro abierto plenamente ante mis ojos que me hizo excitarme anticipando un acontecimiento dramático que me estaba esperando. Primero, sería retada haciendo alubias especiales dulces, Zenzai, que invitarían buena suerte. Esos días sentía un olor y vapor a alubias hervidas. Fue un par de tortas de arroz con un Daifuku de Koguryo que yo había empezado a hacer de repente hace muchos años. Un día por la mañana desperté al encontrarme rodeada de un olor a Daifuku y un aroma exquisito que eran idénticos a lo que mi madre solía hacer a mano para mí mientras aun vivía. Espontáneamente busqué a mi madre y fui en vano a la cocina. Además reconocí que esta casa fuera construida después de la muerte de mi madre así que no hubiera una sola traza de ella. En cualquier caso, el aroma de Daifuku se quedó todo el día y no pude abstenerme de comenzar a hacer uno solita aunque no supiera cómo hacerlo. Estaba muy excitada y alegremente comencé a trabajar con arroz, dándole forma de Daifuku con alubias dulces y cubriéndolo cuidadosamente con arroz blanco en mi mano. El olor era la única pista para hacerlo y poco a poco recordé cómo hubiera ayudado a mi madre a hacerlo en mi niñez. Una imagen de mi madre fue resucitada en lo que llamé mi lucizaje. Allí imité lo que hacía mi madre. Por fin nació un Daifuku maravilloso con el cual deseaba invitar buena suerte. Para mi sorpresa cada Daifuku me entregó un mensaje así que lo escribí en un papel tradicional japonés para venir con el Daifuku. La cocina fue llenada de un aroma bello y brisa arropada en color de felicidad. Para mi alegría, gente que llevó alguno de ellos quedó también muy impresionada con mi Daifuku con mensaje. Algunos derramaron lágrimas y otros saltaron hacia arriba desde su alegría. Parecían haber reconocido en un momento dramático cómo llegara yo a hacerlos. Estaba muy contenta ya que pude compartir un sueño de mi niñez con mucha gente incluso mediante un tipo de alimento. Ahora que se me retaba a hacer Zenzai usando una vasija grande hecha a mano por el Sr. Idaki Shin, estaba excitada para manifestar otro sueño maravilloso.