KEIKO KOMA net

31 Marzo 2024

Hoy es el día en que regreso de Okinawa a Tokio. El cielo comenzó a despejarse ayer y el mar estaba azul. Bajo el sol brillante, estaba feliz y esperanzada de ver el hermoso mar. Cuando llegamos al aeropuerto, estaba lloviendo a cántaros y se emitió una advertencia de tormenta eléctrica. El avión que ya estaba retrasado no pudo despegar y se mantuvo en espera. Aunque el viaje de ida y vuelta no fue fácil esta vez, reconocí que todo se debía a una gran orientación. Hay truenos cada vez que me muevo. Entiendo que significa el tiempo del movimiento y de la construcción de la nación. Aprendí que el momento de la construcción de la nación había llegado dondequiera que estuviera. Sintiendo los corazones de la gente en Okinawa, me sentí contenta con la calidez en mi corazón durante este viaje. Muchas escenas brillantes me hicieron feliz. Estoy sinceramente feliz y agradecida de que cuando eres rica de corazón, puedes vivir feliz. Sobre todo, agradecí la oportunidad de visitar el Salón Conmemorativo de la Paz y el Parque Conmemorativo de la Paz, donde el Maestro Idaki Shin actuó con todo su corazón y alma, y la Torre Himeyuri, donde tomó la decisión de celebrar el concierto. Fue una experiencia entender lo que hace el Maestro Idaki Shin. La historia se repite, y el pasado no está completo en el pasado. Sus cargas se transmiten a las generaciones futuras en la historia de la humanidad. Desde la tierra de Okinawa sentí que cuando el Maestro Idaki Shin actuaba, el pasado se completaba, se fusionaba con el presente y se convertía en fuerza para construir el futuro. Era muy delicioso sentir que el poder original había revivido. Me alegré de poder venir a Okinawa. Veo claramente cómo debo vivir y lo que haré. Mañana comienza abril. Han pasado tres meses desde que comenzó el año de dar saltos. Siento que abril marca el verdadero comienzo. Avanzando con prontitud, dejando las cosas claras, allanaré el camino sin detenerme. El 1 de abril daremos el curso de consejería aplicada del Maestro Idaki Shin en Tokio. Es un buen comienzo. Y es el mejor comienzo. Con sincera gratitud, tengo la intención de asistir al curso para comprender, adquirir y practicar. Estoy deseando que llegue. Muchas gracias.