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24 Abl 2009

Brillantes capullos nuevos de árboles

La magdalena hodierna manufacturada por la Srta. Ai olía a frescos capullos verdes de árboles en primavera temprana que lucían bellamente benditas por el sol. Me trajo vigor vital que purificó mi cuerpo y alma. También sentí su mente bella, inalterada desde la niñez, y que nuestro futuro sería glorioso. Más tarde hoy recibí un regalo desde Aomori que fue alga fresca. Había una descripción con fotos contando cómo la gente local la cocinaba, así que la seguí para hacer una Omusubi, una bola de arroz. Mirando las fotos, imaginé cómo en la antigüedad la gente solía hacer Omusubi deseando trasladar buena suerte y energía a aquellos que la comieran. Me regocijé poniendo alga tras moldear arroz en forma triangular, así que decidí darla a una persona que hubiera estado sufriendo de una enfermedad durante años quien la hubiera comido y pareciera sana. Me alegré de veras viendo que la energía feliz podía ser transferida mediante cualquier cosa. Reconocí que cada detalle de nuestra vida estaba conduciendo a la creación de una sociedad buena.