KEIKO KOMA net


16 Abl 2009

Energía para tomar acciones y espiritualidad noble

En el concierto hodierno de Idaki Shin pude experimentar experiencias tan completamente nuevas que he estado especulando sobre su significado profundo hasta ahora. Obviamente, la conciencia de un ser humano moderno no podía comprender el vasto potencial mostrado en su concierto. La música fue realmente dinámica, y me sentí con ganas de convertirme en un animal salvaje que vi en un Safari en Tanzania o vivir una vida espontánea en la era antigua de Jomon. Por coincidencia un miembro del elenco de la embajada de Tanzania participó en el concierto. En la parte segunda del concierto, me regocijé con su mensaje anunciando que él expresaría la espiritualidad noble común al alma de cada cual, y me sentí realmente relajada. Imaginé una columna ingente de luz gloriosa parada en medio de mi vida y el borde entre mi interior y el mundo exterior fue disuelto. A esto llamé el mundo de espiritualidad que no conocía fin ni comienzo. Reconocí que la espiritualidad humana estaba unificada con el espacio universal y la fuente de felicidad suprema. Fui profundamente impresionada de derramar lágrimas de alegría y gratitud pues podía encontrar seres divinos. En los bises, fui rodeada por una atmósfera del terruño de mi ancestro. Anticipé que mi sueño del Monte Gojo sería cumplido antes de mucho tiempo. Tras regresar a casa, me encontré muy cansada. Reconocí que me conocimiento, influido por la sociedad moderna, ha estado intentando controla deseos espontáneos de mi vida y oprimiéndola inútilmente. Reconocí que tras la experiencia preciosa hodierna, podía comenzar a vivir una vida nueva, liberada del andamiaje rígido de la conciencia. Más tarde hoy, el Sr. Idaki Shin me habló acerca de su mensaje que el hombre moderno había llegado a ser incapaz de tomar acción espontánea ya que una estaba entrenada para reaccionar sólo a órdenes y objetivos artificiales colocados como misión propia en contradicción a la naturaleza humana que tenía libertad para desplazarse intuitivamente y encontrar direcciones nuevas. La vida humana era originalmente mucho más dinámica que lo que una solía creer. Además dijo que en el punto más alto de la espiritualidad humana había un espacio vasto donde cada cual tenía permiso de entrar tan pronto reconociera la nobleza suprema de su alma. Mientras una compitiese con otra gente o siguiese placeres egoístas y temporales de la vida algunos sobrevivirían y otros fracasarían y este reino de igualdad final y alegría nunca sería alcanzado.