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17 Mar 2009

Mi corazón y flores de ciruelo

Antes de comenzar mi acontecimiento conferenciante, recibí como regalo una vasija de flores de ciruelo que me declaró su deseo de que yo viviese una vida feliz. Recordé que cuando era niña mi padre solía llevarme cada año al templo de Jindaiji para celebrar el festival de ciruelos con la plaza de mercado de Daruma el tres de marzo. Mientras Jindaiji era conocido por la triste romanza de una pareja cuyo origen era diferente, siendo uno habitante local, otro de Koguryo, flores de ciruelo han estado representando esperanza para vivir una vida feliz. Cuando adolecí, en mi turno, hice regla el dar a mi sobrina un ornamento especial con flores de ciruelo deseándole vida feliz, ya que cada pétalo minúsculo parecía estar colmado de esperanza para un futuro maravilloso y expresaba al máximo su vigor y belleza. Así que hoy la brillantez de esperanza para el futuro que fuera traída por flores de ciruelo fue renovada y les respondí a las flores de ciruelo que deseaba una vida feliz a cada criatura. 

Resurrección de la verdadera inteligencia humana

El concierto de Idaki Shin en Fukuoka me hizo derramar lágrimas tan pronto como él golpeó la primera nota. Fui profundamente impresionada y abrazada por una atmósfera santa especial con la cual he tenido familiaridad desde la niñez. Originalmente Dios y Satanás eran uno en el mundo tres etapas antes de la gran explosión. Porque fueron separados el uno del otro, tanto la humanidad como los seres divinos han estado repitiendo una triste historia. El mensaje para el concierto de hoy era la resurrección de la verdadera inteligencia humana sobre la cual él había hablado una vez en su conferencia para empresarios. Era un atributo esencial humano que permitía a los humanos reconocer ideales del mundo, seres divinos, y el universo como una parte integral totalmente acerca de una misma. En el concierto ya que yo era representante del organizador, fui destruida por parte del comportamiento impropio del público, empero, mientras me concentraba más en la música, fui profundamente tocada por el bello mundo con el cual tenía familiaridad. No pude resistirme a derramar lágrimas. El Sr. Idaki Shin siempre expresó la verdad. El otro día habló sobre la historia moderna japonesa y deseé escucharla sin fin sin dormir ni hacer refección ya que me divertía enormemente la verdadera historia que me daba energía para seguir viviendo y avanzar. Nada fue más precioso que conocerlo. Hoy también deseé que el concierto nunca llegase a fin. Él expresó una campo de vida que valoré muchísimo en la parte primera, y la parte segunda fue muy dinámica como si me encarase al génesis del universo, así que me supuse que nadie lo habría considerado una pieza musical proveniente de un piano solo. Su energía potentísima llevó a todos a otra dimensión del mundo. Todos los seres divinos eran visibles. Imaginé ángeles de guardia para inaugurar una dinastía nueva que pudiera encontrarse en su concierto para Koguryo y su héroe legendario, Tangun. Dioses de otros países también asistieron. La relación entre dios y el ser humano fue cambiada. Solía ser perpetuada por la oscuridad, pero ahora ambos fueron liberados el uno del otro y todavía unificados. Recordé que el Sr. Idaki Shin dijera una vez que el dinero y dios tenían un carácter similar en nuestra sociedad. Dios no había estado libre de la idea del dinero. Lo nombró, como resultado de la falta de inteligencia humana verdadera. Luego sentí que el Sr. Idaki Shin estaba liberando a cada cual de cargas artificiales, de modo que tanto dios como hombre pudiesen recuperar su naturaleza original. Al fin del concierto pude ver y hasta oír un gran aplauso efectuado por todos los seres divinos. Algún gran cambio se efectuaba dentro de mí. En mi espalda, sentí un dios para reconstruir la dinastía de Koguryo. Lágrimas afloraban incesantemente. Recordé cuán profundamente fuera asociada mi vida con las obras de dioses. Reconocí por primera vez en mi vida que podía vivir una vida nueva como individua.  Mi relación con Dioses devenía diferente. Ahora estábamos unidos pero libres. Pensé en qué haría si el mundo en que naciera hubiese sido ya pacífico. Mientras que he estado orando por la paz mundial desde que tuviera tres años, esto debió ser diferente. Imaginé una linda luz nueva de vida. Aunque mi objetivo de cambiar el mundo seguía en pie, reconocí que desde ahora en adelante podía manifestar mi verdadera naturaleza sin recibir influencias negativas desde cosas externas en nuestra sociedad. Este era verdaderamente el camino para realizar la paz global y el comienzo de una era nueva de la historia humana.