KEIKO KOMA net


4 Mar 2009

Oración

Trabajé sin fin ya que quería apoyar cuanto más pudiera a mis empleados que dejaron Tokio una semana ha y han estado promocionando nuestros conciertos en Kagoshima y Fukuoka como resultado de lo cual hoy mi tensión vascular subió mucho. El Sr. Idaki Shin me tocó el piano y reconoció que yo hubiera debido ser más cuidadosa y sabia. Hubiera apoyado mejor a mis empleados de una manera alternativa. Sentí templanza en mi cuerpo y luego se estabilizó mi tensión vascular. En la hodierna reunión nocturna de salón del Café Akira hablé acerca de mi recuerdo más doloroso de los primeros días de actividades de Idaki. A saber, llegué a oír las esquelas de mucha gente que se había negado a seguir los cursos de asesoría de Idaki. Me arrepentí enormemente ya que sentí que debiera haber insistido hasta que cambiaran de idea, o que mi estado de vida no había estado representando adecuadamente lo que podían guarecer a la gente los cursos de asesoría. Los cursos de asesoría de Idaki fueron efectivamente una oportunidad única de una vez por todas a cambiar drásticamente el estado de vida propia y realizar nuevos medios de vida que nunca fueran hechos posibles en la historia de los seres humanos. Por el hecho de vivir en el mundo moderno, las vidas preciosas de muchas personas fueron sacrificadas. Sentí la urgente necesidad de informar a cuanta más gente pudiera acerca de nuestras actividades globalmente. El reconocimiento del verdadero ser propio, la manifestación de los deseos propios más profundos, y comenzar a vivir una vida verdaderamente humana es una llave para salvar la vida propia bajo cualquier condición vital negativa. Es la manera de realizar el sueño propio y también está directamente conectado a la consecución de la paz global. En este sentido, siento que quienes han asistido a los cursos de asesoría de Idaki tienen una responsabilidad moral de hablar con otros acerca de su experiencia maravillosa.