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31 Jan 2009

Brisa primaveral temprana

Tras muchos días de mal tiempo hoy hizo bueno y un gran cielo azul fue infinitamente expandido sobre el santo monte Fuji. Brisas primaverales tempranas han soplado por el meollo de mi mente. Me regocijé ante la escena, animada y vigorosa como una flecha de luz venía del futuro para relatarme la llegada de una nueva estación. Hoy celebramos una recolecta mensual de mis poemas y la Srta. Emi presentó sus tartas manufacturadas para todos los partícipes ya que su hermana menor, la Srta. Ai, no podía hacerlas debido a la alta fiebre. Parecían magníficas y potentes y cuando las degusté pensé que a Dios le encantaría tener algunos en el santuario. Hasta imaginé un viejo santuario situado sobre una montaña, donde sendos pueblerinos estaban trepando para tomar dulces santos y recibir energía divina. La gente devenía vigorosa y alegre con solo efectuar algunos mordiscos. Supe que esta imagen era algo para ser realizado en algún futuro. Cuando una estaba conectada con el mundo tres etapas antes de la gran explosión una podía producir algo semejante a víveres, vasijas, platería, indumentaria, etc., que hacía vigorosos a los demás. Ya que la condición interna de la humanidad determina la sociedad humana, debemos cambiar nuestro interior para efectuar cambios drásticos en nuestra vida. Tenemos la responsabilidad de dejar de oprimir las vidas ajenas y especialmente las infantiles. Como siempre me sentí agradecida de ser provista de la oportunidad milagrosa de renovar nuestras vidas mediante los conciertos y cursos de asesoría de Idaki Shin.